Tanto el equipo como yo, estudiamos cuales habían sido nuestros puntos más débiles y donde teníamos que trabajar para mejorar.
Estaba claro que el entrenamiento cronometrado había sido uno de esos puntos donde habíamos fallado la semana pasada. Saliendo desde "atrás" tienes que tomar más riesgos para llegar a posiciones delanteras y teníamos claro que había sido algo que había jugando un papel importante en nuestra primera carrera en Jerez.
Otro punto a mejorar era poder girar mejor en las curvas rápidas. En la carrera anterior había sufrido en ese tipo de curvas y al forzar la moto a girar con gas, acabé desgastando bastante el neumático trasero.
Mi equipo se ocupó a la perfección de la parte técnica para mejorar la moto. Dieron en la tecla a la primera, y ya desde la primera salida note una gran mejora en ese tipo de curvas. Por la tarde, con altas temperaturas, dividí el entreno en dos "long-runs". La finalidad era ver el comportamiento de la moto, con los nuevos ajustes, en tandas más largas y con neumáticos muy usados.
El ritmo que pude mantener fue bastante mejor que el de la semana anterior y mis sensaciones también eran más buenas. Había algún punto negativo, porque nunca puedes tener todo lo que necesitas, pero poniéndolo en la balanza era mucho más lo que ganaba que lo que perdía.
Terminé el día en 4ª posición y con la sensación de haber dado un paso importante adelante.
Después del último libre, donde pude clasificarme directamente a la Q2, era el momento de demostrar que era capaz de lograr un buen tiempo para la clasificación de la parrilla.
Pese a las altas temperaturas que siempre hacen que el agarre sea menor, mis sensaciones fueron buenísimas. En tan solo mi primera vuelta lanzada ya pude asegurarme una buena vuelta, incluso mejor que mi mejor tiempo del cronometrado de la semana pasada.
Me encontraba provisionalmente en 2ª posición y sabía que con ese tiempo me aseguraría un buen lugar en parrilla, pero también sabía, que con lo bien que iba la moto podía mejorar algunas decimas que me posicionarian aun mejor.
Salí con tiempo para dar tan solo una vuelta cronometrada. Hice muy bien los tres primeros sectores del circuito, y pese a perder algo de tiempo en el último, pude marcar mi mejor registro del fin de semana.
Ese tiempo me aseguró la 3ª posición para la parrilla de salida de la carrera. Una primera fila muy importante, ya que era uno de nuestros puntos a mejorar este fin de semana.
El gran ritmo que impuse en el warm-up me dió el último toque de confianza que necesitaba para la carrera.
La estrategia estaba clara. Así que una vez se apagase el semáforo... ¡gaas!
Hice una gran salida. Me coloqué segundo a final de recta e intercambiamos con Ogura varias veces la posición. Finalmente logré ganar la batalla y me puse detrás de Suzuki.
Sabía que Tatzuki Suzuki tenía buen ritmo y que saldría desde el inicio a tirar. Pese a que yo también me sentía con un gran ritmo, para evitar parar la carrera, me quede detrás suyo sin molestarlo. Gracias a ello y al alto ritmo que estábamos imponiendo, en pocas vueltas ya éramos solo diez pilotos en el grupo.
En la pizarra me marcaban que los últimos tres pilotos del grupo se quedaban descolgados a ratos, así que decidí adelantar a Suzuki. Me sentía fuerte y quería intentar hacer un pequeño cambio de ritmo para ver si nos conseguíamos terminar de escapar, o incluso para ver si Suzuki y yo nos quedábamos en solitario.
Suzuki no entendió mi estrategia y las dos o tres veces que lo adelanté, me la devolvió de inmediato. Esa batalla sin sentido solo hacia que ralentizar el ritmo, así que decidí seguir detrás suyo.
Las vueltas iban pasando y mis sensaciones eran espectaculares. La moto iba mucho mejor que en la carrera pasada, cosa difícil teniendo en cuenta que ya iba bien. Mi estrategia se basaba en quedarme siempre en la parte cabecera del grupo, para evitar peleas que me llevasen atrás y me quitasen las opciones a victoria o podio.
Cada vez que alguien me adelantó, le devolví inmediatamente el ataque. Me sentía especialmente fuerte en las frenadas. Me ponía en paralelo a Suzuki en cada posible punto de adelantamiento, y aunque al final le dejaba pasar, con ello evitaba que los que me perseguían pudiesen cogerme el interior.
Fui haciendo eso durante toda la carrera y todo estaba yendo mejor imposible. Finalmente quedábamos solo siete pilotos en el grupo, pero entonces ocurrió lo que no me esperaba que pasase...
A falta de tan solo cinco vueltas, tuve un pequeño susto en la curva 9. Se me cerró la rueda delantera en la entrada a curva y, aunque estuve a punto de irme al suelo, pude salvar la caída.
Con ese susto Suzuki pudo abrir un hueco de algo mas de medio segundo. Apreté muy fuerte toda la vuelta siguiente para volver a alcanzarlo cuanto antes y ahí ya empecé a notar que el neumático delantero iba muy al limite.
Frenaba en el mismo sitio que las vueltas anteriores pero no podía cerrar las líneas como antes porque el neumático delantero empezaba a patinar.
Pese a los problemas, pude alcanzar a Suzuki en tan solo una vuelta. El cambio de ritmo que había hecho para cogerlo hizo que el grupo de siete pilotos se separase un poco. Me quedé por detrás de Suzuki, con Binder pegado a mis talones, pero con el resto de pilotos a algo de distancia.
Tan solo quedaban ya tres vueltas, pero mi confianza empeoraba cada curva. En cada frenada tenía más dificultades para llegar bien al vértice de la curva, por lo que cada vez tuve que empezar a frenar más temprano.
Binder se aprovecho de ello y me adelantó. Los tres pilotos que se habían quedado rezagados hicieron contacto con el grupo de nuevo y en la penúltima vuelta Mcphee también me adelantó.
Después de sentirme fuertísimo toda la carrera y de gestionarla a la perfección, veía que las opciones a victoria que había tenido durante toda la carrera se me esfumaban en los últimos kilómetros.
Mi confianza con el tren delantero había desaparecido al completo, y entrando a la curva 6, donde había hecho tantos adelantamientos durante la carrera y donde me había sentido fuertísimo, no pude siquiera seguir la línea de Mcphee. Frené en el mismo sitio que él, pero al entrar noté como me patinaba la rueda delantera así que tuve que abrir un poco la línea. Vietti aprovechó el pequeño hueco que dejé para meterme la moto en un adelantamiento bastante agresivo. Perdí algo de tiempo para no chocar con él y Alcoba me adelantó en la salida.
Había pasado de tener todo bajo control, a tener que aceptar que mi única baza era sobrevivir. Me era imposible frenar tarde para adelantar, sin tener demasiados números de caer. Así que me quedé último del grupo y esperé a que alguien cometiese un error.
Finalmente crucé línea de meta en 5ª posición a apenas unas decimas del vencedor. Una quinta posición que esta vez sabe a poco después de estarme viendo luchar por la victoria en la última curva hasta el inicio de mis problemas a falta de poquísimas vueltas del final.
Pese a todo, gran trabajo de todo el equipo. Me han dado lo que necesitaba para ser más rápido que en la primera carrera y mi confianza solo hace que aumentar.
Ahora llegan circuitos que me gustan mucho. He recortado 11 puntos al líder del campeonato para colocarme 5º del mundial a tan solo 20 puntos de distancia.
Seguimos sumando y seguimos con un solo objetivo en nuestra cabeza. ¡Vamos!