Como de habitual en Le Mans, el tiempo era impredecible. La previsión era de lluvia para todos los días, pero el fuerte viento que soplaba hacía que las lluvias no fuesen constantes y además la pista se secaba con bastante rapidez.
El primer libre del viernes era en condiciones de agua. Hice todo el entreno al completo sin parar en boxes para así ser yo el que me fuese adaptando a las condiciones cambiantes de la pista.
Empecé poco a poco, para ir entendiendo los límites de la pista. Cada vez fui mejorando más mis tiempos hasta lograr colocarme primero. Mis sensaciones eran buenas y pese a que empezó a llover más fuerte y la pista empezó a ser más lenta, decidí seguir rodando en pista. La previsión para el domingo también era de lluvia y tenía que saber adaptarme a las distintas condiciones de la pista dependiendo del agua que hubiese en pista.
Durante los últimos minutos del entreno dejó de llover. Como soplaba un viento muy fuerte, la pista cada vez tenía menos agua y por lo tanto los tiempos empezaron a mejorar.
Después de haber estado todo el entreno fuera, pese a que la pista empezó a estar más rápida, no tenía las buenas sensaciones como para apretar e intentar mejorar mi tiempo que había marcado a mitad del entreno con condiciones similares, pero aún así pude acabar como el 4º más rápido.
Mi falta de confianza a final del entreno se había debido a que la presión del neumático subió en exceso cuando la pista empezó a secar después de tanto tiempo en pista. Todo era buena información de cara a la carrera y lo importante es que había podido ser rápido en condiciones delicadas.
Para el segundo entreno la pista se secó al completo. No sabíamos si volvería a haber un entreno en seco, así que iba a ser importante estar entre los 14 más rápidos para clasificar directos a la Q2.
Ya en mis primeras vueltas, sentí que mis sensaciones eran muy buenas. Vuelta tras vuelta iba mejorando mis tiempos fácilmente. Hice mi primera parada en boxes cuando me encontraba en 1ª posición provisionalmente.
Justo en ese momento empezó a chispear. La acción se paró por unos instantes, pero la amenaza de lluvia finalmente quedó tan solo en un aviso.
Pudé volver a salir a pista y nuevamente mejoré mi mejor registro. Pude rodar muy rápido y en tiempos constantes, pero lo que más contento me hacía era la confianza que me transmitía mi moto.
El 1.42.1 que marqué, se quedó como el registro más rápido del viernes. Si la previsión del tiempo acertaba, en el FP3 ya no se podrían mejorar los registros de seco y por lo tanto tenía el pase asegurado a la Q2.
Tal como era previsto, el sábado amaneció con lluvia. Hice un buen entreno. Nuevamente de principio a fin y siempre entre las posiciones delanteras.
Para el cronometrado la pista se había secado al completo. Todos los pilotos salimos a pista nada más ponerse verde el semáforo porque había nubes muy oscuras que amenazaban lluvia.
Estaba dando la vuelta de salida de boxes, cuando al llegar al último sector la pista estaba empapada.
Todos entramos a boxes para poner neumáticos de lluvia. Debido al escaso tiempo de sesión, no cambiamos ni siquiera el setting de seco a mojado. Fui de los primeros en salir de nuevo a pista, y ya en las primeras curvas pude ver que el circuito no estaba mojado.
Me extrañó muchísimo, porque cuando entramos a boxes la lluvia era muy fuerte, y pensaba que habría sido así en todo el circuito. Fui avanzando sobre la pista y pude darme cuenta de que estaba todo completamente seco. Tan solo el último sector estaba mojado.
Dudé en entrar a boxes y volver a poner neumático de seco, pero el tiempo era muy justo, así que me quedé en pista.
Rodar en seco con neumáticos de lluvia es una sensación muy extraña y que contadas veces he hecho. Toda la moto se movía mucho, pero no me quedaba otra que intentar dar lo mejor de mi.
Vuelta a vuelta fui entendiendo que el limite estaba un poco más lejos, y pese a lo inestable que parecía la moto, se podía rodar más rápido. Finalmente pude sentirme relativamente cómodo y marque un tiempo que me aseguró una plaza en segunda fila de parrilla.
Estaba muy satisfecho con mi entreno cronometrado. La decisión correcta habría sido salir con neumáticos de seco, pero creo que exprimí al máximo la situación en la que me encontré, y salir desde segunda fila siempre es positivo.
La previsión para el domingo seguía siendo de lluvia, pero si algo habíamos visto este finde, era que en Le Mans el tiempo cambia a cada minuto.
Las condiciones en las que disputamos el warm up eran muy delicadas. Estuvo todo el entreno lloviendo muchísimo. La cantidad de agua era mucho mayor que en ninguno de los entrenos que habíamos disputado, y apenas había visibilidad.
Los tiempos estaban siendo casi diez segundos más lentos que los otros entrenos que habíamos hecho en mojado, pero mis sensaciones no eran malas.
Estuve prácticamente todo el entreno entre los 5 primeros y finalmente acabé con el 7º mejor tiempo.
Ser tan competitivo en cualquier tipo de condición, ya sea seco, mojado con poca y con mucha agua, me hacía estar muy confiado de cara a la carrera.
Justo una hora antes de dar comienzo a la carrera, el sol apareció. El cielo despejado junto al fuerte viento que soplaba, hicieron que la pista empezara a secar super rápido.
Cuando dimos la vuelta de formación a parrilla, pude apreciar como la cantidad de agua que había era muy muy poca comparado al warm up. Aun no estaba como para poner neumático de seco, pero a mitad de carrera seguro que habría carril.
Había mucha tensión. Las carreras en mojado siempre conllevan más riesgo, y se podía respirar en el ambiente.
Se pagó el semáforo. Hice una buena salida, y pude mantener mi posición. No tomé ningún riesgo en las primeras curvas con los neumáticos fríos, pero poco a poco fui sintiéndome más cómodo.
Los primeros clasificados no se me escapaban, y me sentía con mucho margen sobre mi moto.
Vi un par de caídas justo delante mío. Primero la de Antonelli y luego la de Masiá. La pista estaba muy delicada, pero por el momento mis sensaciones eran buenas.
García y Salac parecían tener un ritmo mejor y empezaban a abrir algo de hueco. Yo me encontraba en 4ª posición, justo detrás de Ricky, cuando saliendo de la curva 8 y estando ya prácticamente con la moto recta, la rueda trasera patinó de un modo muy extraño y sin darme cuenta estaba ya en el suelo.
Fui corriendo a por mi moto e intenté arrancarla, pero no hubo manera.
Es una de las caídas más raras que he tenido en mi vida. Lo que más rabia me da, es que me estaba tomando la carrera con mucha calma, y caer cuando no arriesgas es lo que más frustra.
Durante el fin de semana hubieron muchísimas caídas, pero mis sensaciones fueron siempre buenísimas y fui uno de los únicos cuatro pilotos de la categoría en no caer en ninguna sesión, pero me tocó en la carrera...
Incluso mirando la telemetría con mis ingenieros no logramos encontrar motivo a la caída. Se podía ver como ya tenía la moto recta casi al completo, y como de repente el spin (deslizamiento de la rueda trasera) se dispara sin motivo alguno. Esta claro que Le Mans en agua no perdona.
Cierro otro fin de semana algo frustrado. Ya son dos los Grandes Premios en los que mostramos un gran nivel, pero que nos vamos a casa con los bolsillos vacíos.
Pese a todo, y ya con las emociones más calmadas, me siento en un muy buen momento. Me salen las cosas fáciles y estoy disfrutando mucho de pilotar mi moto. Estas dos últimas carreras tan solo las veo como unas pequeñas piedras en el largo camino que es esta temporada, y con las buenísimas sensaciones que estoy teniendo encima de mi moto, estoy 100% convencido de que muy pronto llegara un gran domingo.