La 6ª cita del campeonato daba lugar a uno de los trazados más difíciles y exigentes de todo el calendario, pero a la vez uno de los circuitos más bonitos para disfrutar pilotando una moto.
Ya desde el FP1 las cosas empezaron muy bien. Me sentía muy cómodo sobre la moto y confirmamos el buen estado de forma que hemos estado mostrando en las últimas carreras.
Lideré gran parte del entreno con el primer set de neumáticos, y en la segunda salida, con el segundo juego de neumáticos nuevos volví a mejorar mis registros para acabar 2º por detrás de Antonelli.
Era un buen comienzo y en el FP2 seguí con las buenas sensaciones. Trabajamos en la duración de los neumáticos y confirmamos unos ajustes que habíamos probado en el test de Barcelona para ser mas rápido y constantes con las gomas desgastadas.
Al montar neumáticos nuevos mejore de nuevo mis tiempos. Hice tres vueltas rápidas muy constantes. Pese a hacer mis tiempos en solitario, pude terminar el entreno a tan solo 0.2s del primero en 6ª posición.
El sábado por la mañana soplaba menos viento y desde el inicio del FP3 los tiempos eran muy rápidos. Pude rodar cerca de mis tiempos del día anterior y sobretodo pude mejorar detalles de mi estilo de pilotaje para poder ser mas competitivo y constante.
La Q2 era la primera prueba de fuego del fin de semana. En un circuito en el que cuenta tanto el rebufo, todos los pilotos estarían esperando para poder hacer su vuelta a rueda de otra moto.
La estrategia que hice con mi equipo era para hacer una primera salida de solo una vuelta para asegurarnos un tiempo con el neumático mas duro, y en la segunda salida intentar cuadrar una buena vuelta con el grupo y aprovecharnos de algún rebufo.
El tiempo que hice con el compuesto duro fue bastante bueno y me dio confianza para decidir salir en solitario también con el segundo compuesto de neumáticos.
Quería evitar el caos de estar en el grupo sin que nadie quiera tirar, así que decidí salir a dar lo mejor de mi pese a saber que perdería tiempo al no coger ningún rebufo.
Sabía que tenia buen potencial, pero pensaba que tendría que conformarme con una segunda o tercera fila si todo iba bien. Para mi sorpresa, mi ritmo en solitario era mucho mejor de lo que esperaba. Mis sensaciones con la moto eran buenísimas y mi primer paso por meta ya fue rapidísimo.
Eso me dio tranquilidad, y en mi segunda vuelta lanzada simplemente intenté pulir detalles en cada curva para así poder mejorar algunas milésimas más.
El tiempo que hizo Arbolino con los rebufos del grupo, me quitaron la pole a falta de muy pocos minutos del final, pero aun así pude lograr una más que gratificante 2ª posición de parrilla.
Estaba muy muy contento. No era la posición que había logrado lo que me hacia estar feliz, sino la manera la cual lo había logrado. Había demostrado tener un ritmo buenísimo en una pista en la que el rebufo es primordial y lo mas importante es que por primera vez tengo la confianza y seguridad de saber que puedo lograr ser rápido sin tener que depender de lograr además una buena aspiración de otra moto.
El warm-up previo a la carrera fue muy positivo. Confirmé el gran ritmo que tenía logrando el tiempo más rapido a más de medio segundo del siguiente piloto.
Se preveía una carrera loca típica de Mugello. La larga recta iba a hacer muy difícil reducir el grupo a pocos pilotos, pero mi estrategia era intentar tirar al máximo durante las primeras vueltas. Después del ritmo que había demostrado tener, si lograba encadenar dos o tres buenas vueltas seguidas, sabía que podría escaparme del grupo numeroso habitual.
Salí muy bien y rápidamente cogí la cabeza de la carrera, pero la larga distancia que hay hasta la primera curva hizo que Arbolino pudiese cogerme el rebufo y recuperó la primera posición.
Intenté pasarlo por fuera en la primera frenada, pero me fui largo en el centro de la curva y me volvió a adelantar.
Hice toda la primera vuelta detrás de el para cogerle el rebufo y ponerme primero en el inicio de la segunda vuelta. Hice mi primer intento y me puse a tirar fuerte. Pude abrir unos escasos metros de distancia junto a Dallaporta, pero a final de recta me adelantaron todos de nuevo con el rebufo.
Necesitaba encadenar dos o tres vueltas seguidas para lograr escapar, pero la distancia que lograba en una vuelta no era lo suficiente como para romper el rebufo al llegar a la recta principal, así que decidí pasar al plan B.
El plan B no era otro que dejarme llevar por el grupo. No desgastarme ni física ni mentalmente para llegar con el máximo de fuerzas al final de la carrera.
Estaba rodando tranquilo en el grupo, cuando de repente y sin ningún tipo de aviso, me vi arrastrándome por el suelo.
Había entrado igual que siempre, a la misma velocidad que el piloto que llevaba delante, pero yo terminé por los suelos.
No entendía nada. Estaba muy cabreado y decepcionado. Al llegar al box miré la telemetría junto a mi equipo para entender lo que había sucedido, pero no vimos nada distinto a lo que yo había sentido. Había entrado a la misma velocidad, con la misma inclinación e incluso frenando mas flojo que en vueltas anteriores.
Lo único que se veía, era como la rueda trasera perdía agarre de forma repentina y agresiva. La única explicación que pudimos encontrar, era que hubiese sido el pisar la línea blanca del interior lo que me hubiese hecho caer, pero me resultaba extraño ya que la pisaba de forma bastante habitual.
Por lo que llegamos a la conclusión de que fue el conjunto de factores lo que provoco la caída. Esa velocidad, junto a esa inclinación y además pasando por encima de la línea del piano, fue lo que provocó la caída.
Es una verdadera lastima acabar así el fin de semana que más fuerte he estado hasta el momento. Sobretodo es una lastima porque la caída tampoco se puede calificar como error. No hice nada extraño ni exagerado, probablemente si volviese a correr la carrera, pilotaría de la misma forma y no habría tenido la caída, pero no puedo cambiar lo que ha sucedido. Me quedo con el paso adelante que he dado de pilotaje este fin de semana y con lo bien que me siento con la moto cada vez que salgo a pista.
Estoy realmente motivado, porque me siento en un estado de forma que no he tenido nunca y tengo ganas de recompensar a mi equipo y a toda la gente que siempre ha creído en mi con un gran resultado.
¡Nos vemos en una semana en Montmeló!