El 2019 acabó antes de lo esperado para mi debido a la fractura de clavícula en el GP de Malasia. Pese a todo, eso me sirvió para poder recuperarme bien, y con calma, también del síndrome compartimental que había estado sufriendo durante todo el año y que, pese a operarme en Junio, no me dejaba pilotar más de tres vueltas sin que empezase a perder fuerza en las manos.
Una vez recuperado de todas mis lesiones, he dedicado más tiempo que otros años a rodar en moto.
Esto me ha permitido habituar progresivamente a mis antebrazos al sobre esfuerzo que supone pilotar una moto, y he llegado al mes de febrero mucho más preparado fisicamente.
Pese a sentirme bien durante mis entrenamientos personales, hasta el primer test de febrero en Valencia, no sabia cuales serian mis sensaciones encima de una moto3.
Como muchos sabéis, del 2019 al 2020 he hecho muchos cambios. Me siento otra persona, mas feliz y con las cosas mucho más claras. Necesitaba hacer un reset de “todo” después de un año tan difícil, y entre esos cambios estaba mi nuevo numero.
Como ya he explicado en mis redes sociales, el #2 me une mucho a mi hermano Juan, quien por desgracia falleció a inicios del 2019, y llevarlo conmigo en la moto significa mucho para mi.
Por fin, llegaba el primer test del año. Tenia muchas ganas de ver a mi equipo, y estaba muy ilusionado por empezar esta nueva etapa con el numero #2.
Ya con el chasis 2020, pero aun con el motor 2019, empezamos el test con algunos ajustes de setting diversos a los que llevaba en 2019. Estos cambios sobretodo estaban centrados en intentar hacer una moto menos crítica en la salida de las curvas, ya que es donde había tenido todas las caídas en las que me había hecho daño el año pasado.
Al inicio, como era de esperar, surgieron algunos problemas nuevos de comportamiento de la moto. El equipo ya lo había previsto, así que empezamos a probar diversos ajustes para ver de solucionarlo y decidir la dirección que tomar.
El primer día en valencia fue positivo, pero sobretodo el segundo logramos encontrar un camino a seguir bastante bueno. Los tiempos por vuelta que pude marcar fueron muy buenos y también el ritmo con neumáticos usados.
Pude acabar con el 2º tiempo más rápido y con registros muchos mejores que los que logre en este mismo test del año anterior.
El test de jerez era un reto importante. El trazado andaluz es mucho más exigente para la puesta a punto de la moto, y normalmente una moto que va bien en jerez, va bien prácticamente en todos los circuitos.
Empezamos el test con los ajustes tal cual terminamos en Valencia. Las buenas sensaciones vinieron de inmediato. Aun con los mismos problemas que nos quedaron por solucionar en Valencia, pero con una base muy buena de la cual partir.
Empezamos a trabajar en nuestro plan de trabajo, y rápidamente tomamos el camino adecuado. Conseguimos solucionar varios problemas e incluso mejorar algunos aspectos más .
Tuve tiempo para rodar tanto con la goma más dura como con la blanda, y con ambos neumáticos pude rodar rápido.
En el momento de mas calor y peores condiciones de pista marqué mi vuelta rápida, seguida de un mini “long-run” en tiempos muy constantes y competitivos. Ya por debajo del objetivo que nos habíamos marcado para este test.
Dimos por finalizado el primer día bastante temprano para seguir pensando cuales eran los siguientes pasos a dar en el segundo día de test.
Pese a que al final del día Ogura y Garcia mejoraron en algunas milésimas mi tiempo, di por cerrado el primer día de test muy muy satisfecho del trabajo que estábamos realizando.
Ya desde el inicio del segundo día y con los neumáticos usados del día anterior, empezamos a trabajar en algunas últimas cosas que queríamos probar.
La primera impresión fue buena. Podía rodar rápido pero perdí algo de comodidad y sobretodo me costaba más mantener un buen ritmo con neumáticos usados. No teníamos claro si era la condición de la pista o los últimos ajustes, así que volvimos atrás para salir de dudas, y mis buenas sensaciones también volvieron.
Una vez completado el plan de trabajo, empezamos a modificar el freno motor. Un aspecto en el que llevamos desde 2019 queriendo trabajar, pero antes necesitabamos dejar una buena base de puesta a punto de geometría y suspensiones de la moto.
Empezamos a configurar la electrónica de la moto y aunque dedicamos poca parte del tiempo del test, ya encontramos aspectos positivos y nos dio buena información para saber que dirección tomar en el próximo test.
Pude cerrar el test como el más rápido de los dos días con un tiempo muy bueno. Conseguí rebajar en una décima el récord oficial de la pista, y lo más importante para mi, es que con estos nuevos ajustes, puedo pilotar igual o más rápido que el año pasado, pero corriendo muchos menos riesgos y de una forma mucho más constante.
Los dos primeros test privados no podrían haber ido mejor, y aun tenemos otros dos test (ya oficiales) para pulir detalles y llegar aun más preparados al primer Gran Premio de Qatar.